Su nombre está escrito (en este caso LIBICA) en igualmente simuladas tablitas bajo la plataforma que hace de base al trono, sostenidas por otro amorcillo.
El pie derecho de hecho, en punta para sostener el peso, mientras el cuerpo está girando con el torso y la cabeza.
En su movimiento, queda captada en el momento en el cual levanta el gran libro de las profecías del atril donde también se aprecia un tintero, extendiendo los brazos musculosos, que en cierto modo recuerdan los del célebre Tondo Doni, en el cual la Virgen María da media vuelta para coger entre sus brazos al Niño Jesús.
Existe también una lectura opuesta de la escena, según la cual está en cambio posando el libro y sentándose: la cuestión, que puede parecer hoy irrisoria, mantuvo ocupados largo tiempo a los tratadistas del siglo XVI.
Estos están trazados más rápidamente, según un estilo que se observa en muchas escenas de la bóveda, que define claramente las partes en primer plano y esboza rápidamente las del fondo o en sombra, dando el efecto de escala del espacio similar a la técnica escultórica (como en el Tondo Pitti).