Pero luego marchó a enseñar a Macerata (1583), Pisa (1590), Pavía (1592), de nuevo Perugia (1598), Padua (1599) y por último (1600) se estableció en Parma, donde fue nombrado consejero del duque y lector primero de su Universidad.
A su muerte en 1611, Marcus Antonius Salvuccius pronunció una Oratio in funere Sfortiae Oddi (Perusiae, 1612).
En sus primeros años compuso tres piezas dramáticas en prosa: Erofilomachia, 1572; I morti vivi, 1576; La prigione d'amore, 1580.
Estas obras, que debían a la comedia latina su estructura y caracterización de personajes, asimilaron sin embargo la intriga típica de las comedias del siglo XVI y el sentido de lo patético y dramático, por lo general más adecuados para un teatro moderno.
Como jurista escribió plúmbeas compilaciones jurídicas: Compendiosae substitutionis Tractatus (1571), Consiliorum... (1593), De fidei commissis (posterior a 1622), etc.[1][2]