En la práctica, sin embargo, constituían una mano de obra barata y cualificada para su utilización en obras públicas.
[4] El término «Colonias Penitenciarias Militarizadas» era en sí un eufemismo para referirse a los campos de concentración franquistas,[5] que entonces se encontraban abarrotados.
El nuevo organismo quedó bajo la jefatura del coronel Juan Petrirena Aurrecoechea, con sede en Madrid.
[6] El organismo se estructuró de forma militar, en batallones y agrupaciones, contando también con jefes y oficiales del ejército como personal responsable.
[8] No obstante, la obra más destacada en la que intervinieron los presos fue el Canal del Bajo Guadalquivir,[9][10] cuyos trabajos transcurrieron entre 1940 y 1962.