A medida que la situación de seguridad en Irak se deterioró y la resistencia iraquí a la ocupación se hizo más fuerte y violenta, la necesidad de un servicio secreto se hizo más apremiante.
Se decía que Ibrahim al-Janabi era el principal candidato para dirigir la agencia de espionaje.
Estos esfuerzos generaron críticas por parte de Ahmed Chalabi, otro político iraquí exiliado que tenía buenas conexiones con la CIA, quien expresó su preocupación de que la nueva agencia podría ser utilizada para la restauración del antiguo aparato de seguridad baazista y seguir el patrón bien establecido de represión del gobierno.
[2] Al-Shehwani estuvo en el ejército iraquí desde 1955 hasta 1984, huyó al Reino Unido en 1990 y perdió a sus tres hijos en el golpe fallido de 1996 organizado por el INA y la CIA.
A mediados de 2004, 18 agentes del INIS fueron asesinados, diez por la Organización Badr y ocho por Al-Qaeda de Abu Musab al-Zarqawi en Irak, según al-Shahwani.