Sertum Laetitiae

Eran pocos los católicos de aquella nación, y difícil la situación del país, con una economía gravada por la larga guerra padecida.Cien años más tarde, en 1889, el papa León XIII en su encíclica Longinqua Oceani se dirigió a la Iglesia en los Estados Unidos junto con alabanzas añadió exhortaciones y directrices que mantienen todavía su actualidad.Contemplando ahora el desarrollo de la iglesia en Norteamérica impulsado por el Espíritu Santo, el papa valora su extensión: hay en aquel país diecinueve provincias, 115 diócesis, 200 seminarios y numerosas instituciones.Pero todos estos frutos no deben llevar a la complacencia, sino un estímulo para continuar previendo posibles males y reforzando las iniciativas.Muestra el papa su interés por la Universidad Católica de América en Washington D. C. cuyo inicio fue recibido por León XIII con satisfacción y confianza en abundantes frutos.