Se trata de unidades dobles eléctricas, tipo metro o tranvía ligero, preparadas para trabajar a 1500 voltios.Sus enganches automáticos Schaku construidos por CAF permitían el funcionamiento en mando múltiple.En las dos subseries, la apertura de puertas se realizaba desde el interior del vehículo por el viajero con botones, al igual que en el exterior.Las 10 últimas UTAs tenían un diseño diferente, además, incorporaron una serie de mejoras respecto a las otras 30.El accidente también evidenció la falta de inversiones en el servicio, en el que no se arreglaban debidamente los trenes y la infraestructura padecía graves deficiencias.Según la vida media de un tren eléctrico, las 18 primeras unidades de la primera subserie tendrían que haber durado hasta el año 2027, las 12 unidades restantes de la primera subserie tendrían que haber durado hasta el año 2028 y las 10 unidades de la segunda subserie tendrían que haber durado hasta el año 2030.Un año más tarde, se aprobó la creación definitiva del museo del trenet de Torrente, donde fueron restaurados gran parte de los coches clásicos que había en su interior, entre ellos la 3702, siendo esta visitable.En febrero de 2021, las únicas UTAs que quedaban fuera, incluida la 3714, fueron desguazados, extinguiendo la segunda subserie de UTAs al eliminar las tres únicas que quedaban, y quedando únicamente la 3702 (preservada) y la 3703 (cedida a la UME para simulacros militares).
Dos UTAs 3700 de FGV, una en colores blanquiamarllos y otra en rojiblanco en la estación de Llíria.