Fue el único fotógrafo chileno y el primer latinoamericano en formar parte de la Agencia Magnum.
[11] Su obra será motivo de muestras en Berlín, Londres, París y Chicago, entre otros lugares.
[12] Toda esta trama de éxito, misterio y retiro, complementada con historias con tinte de leyenda y por un reconocimiento en Chile considerado siempre inferior al que su obra mereció, dieron pie a un verdadero mito en torno a su persona.
El relato fue el que tomó luego el cineasta Michelangelo Antonioni para rodar, en 1966, la célebre cinta Blow-up.
Su obra será motivo de muestras en Berlín, Londres, París y Chicago, entre otros lugares.