En el año 1327 se documenta la presencia de un maestro pisano en Barcelona que estaba trabajando en la realización del sepulcro.
Es muy posible que además de Lupo di Francesco, otros maestros italianos participaran en la realización del monumento funerario.
Consiste en un sarcófago sostenido en altura por ocho columnas y rematado con diversas imágenes colocadas sobre la tapa.
En la parte posterior hay un relieve que muestra unos ángeles llevando el alma de santa Eulalia hacia el cielo.
Son ocho las columnas que sostienen el monumento en altura, todas ellas de formas originales (estriadas, espiraladas, etc.) rematadas por capiteles corintios y algunas soportadas por bases figuradas.