Cuando una corriente circula por el mismo, un campo magnético es generado, que tiene la dirección de las flechas anaranjadas.
Cuando un metal es acercado al campo magnético generado por el sensor de proximidad, este es detectado.
La bobina, o devanado, del sensor inductivo induce corrientes de Foucault en el material por detectar.
Si el sensor tiene una configuración “Normal Abierta”, este activará la salida cuando el metal a detectar ingrese en la zona de detección.
Estos cambios de estado son evaluados por unidades externas tales como: PLCs, relés, PCs, etc.
Los sensores blindados, al tener todo el cuerpo roscado son más resistentes a los golpes que los no blindados y además permiten el enrasado si bien su zona de muestreo se limita al frontal del sensor.
Se denomina histéresis a la diferencia entre la distancia de activación y desactivación.
Este valor variará sensiblemente si se quiere detectar otros tipos de metales, incluso con materiales ferrosos como el acero inoxidable (SS).
Las normas referentes a los tipos o grados de protección son:
Previene contra contactos accidentales que pueden producirse por condensación de gotas o salpicaduras.
TIPO 12: Protección contra polvo, hilos, fibras, hojas, rebose de aceite sobrante o refrigerante.
Debido al principio por el cual el sensor detecta a los elementos metálicos, los campos magnéticos, la presencia de campos magnéticos externos pueden provocar falsas detecciones o no detecciones, para evitarlo existen sensores inductivos con inmunidad a campos magnéticos variables, como los generados por máquinas de soldar que utilizan grandes flujos de corriente eléctrica.