Senén Vila (Valencia, c. 1640–Murcia, 1707) fue un pintor barroco español activo principalmente en Murcia.
Palómino, que pudo conocerlo y tener amistad con él, le dedicó una muy elogiosa biografía en la que al mismo tiempo se ocupaba de su hijo, el también pintor y presbítero Lorenzo Vila, y del escultor Nicolás Bussy, cuyas obras policromó.
En ella Palomino destacaba su atención al estudio del dibujo pues, según decía, había sido «muy versado en las academias de Valencia», además de su gran erudición, pues tenía en su casa una rica librería.
Palomino cita, entre las muchas obras que pintó en Murcia, las pinturas del retablo mayor del Amor de Dios, pinturas conservadas al menos en parte en las que se muestra como un artista conservador, apegado a las fórmulas de la tradición naturalista y más cercano a Jerónimo Jacinto Espinosa que a su maestro Esteban March.
[3] Pese a los limitados recursos del pintor, ese carácter tradicionalista y apacible de su pintura puede explicar su indiscutible éxito en ámbitos conventuales, donde es mucho lo documentado a su nombre, aunque es mucho también lo perdido.