Fundado en septiembre de 1802 por Juan Hipólito Vieytes, contó con el apoyo del Real Consulado de Comercio y su secretario, Manuel Belgrano, para su salida.
La publicación se reanudó por el pedido del virrey Santiago de Liniers, que recuperó las palabras de Diego de Saavedra y Fajardo al referirse a la imprenta como el medio para propagar las disposiciones y órdenes del gobierno virreinal así como la ilustración de los pueblos.
El Prospecto del Semanario, no tiene fecha de impresión.
Ninguno de los autores consultados se preocupó por datarlo.
[1] Vieytes en su Semanario firmó textos como Julián Topio, anagrama de Juan Ipólito, y como “Su apasionado H.”[2] Manuel José de Lavardén, el poeta que supo publicar la “Oda al Paraná” en el primer número del Telégrafo Mercantil utilizó en el Semanario un seudónimo anagramático -Juan Anselmo de Velarde- en las tres cartas que publicó y que unos años más adelante se reprodujeron en el periódico madrileño Regañón General.