Las dos parejas, por estar disfrutando la playa, descuidan al niño y se pierde.
Ya para regresarse a la Ciudad de México, ponen gasolina pero ya no traían dinero, entonces el niño les dice que el tiene dinero producto de cantarle a los gringos.
Una vez llegando a su casa, abren la cortina de su lavandería y se dan cuenta de que los robaron, el cuñado Benito pronto da parte a las autoridades.
El niño le dice a su papá que anda un ladrón en la azotea y David Reynoso se sube con pistola en mano, y al ver que solo era un gato, hace cuatro disparos al aire.
En eso va pasando la policía y se detienen a ver quién está disparando.