Después viaja a Toledo, donde cursa estudios superiores.
A su llegada le nombran Comisario de la tercera Orden.
Con 33 años es ministro en la Misión de Sampaloc "Tamarindo", asumiendo los cargos de mayor responsabilidad y viajando por todo el Archipiélago.
A los 56 años es elegido procurador en las Cortes que se celebrarían en Madrid y Roma.
Fue un gran teólogo, querido y apreciado por todos, especialmente donde impartía sus enseñanzas.