En 1717 se trasladó a Barcelona para trabajar y aprender el oficio en la construcción de la ciudadela.
Contrariamente a la mayoría de opiniones, Feringán aconsejó al cabildo derribarla y hacer una nueva.
Así, se derribó la fachada y Feringán hizo los cimientos de la nueva portada.
En abril de 1738 comenzaron las obras de la nueva fachada, pero lo hizo bajo la dirección del arquitecto Jaime Bort, a quien había propuesto un miembro del cabildo y quien contaba con el beneplácito del ingeniero, aunque a la postre las soluciones adoptadas por Bort no agradaron nada a Feringán, que dijo que la "había dejado defectuosa" por no respetar las líneas que él había propuesto con anterioridad.
[1] También diseñó diversas calles como el Camino a Valdemoro y la Cuesta del Rey, así como supervisó el Caz de Colmenar para defender los intereses del Rey en esas tierras.
Este ambicioso proyecto nunca pudo llevarse a cabo por su elevadísimo coste.