Sebastián Aguado
Se le atribuye el resurgimiento de la cerámica toledana en las primeras décadas del siglo XX.Regresó nuevamente a Sevilla donde decidió dedicarse al arte cerámico; aprendió el oficio en el popular barrio de Triana, para ingresar en la fábrica de La Cartuja, donde terminó su formación en España.Tras diversos premios nacionales se trasladó a Toledo, donde trabajó como profesor de cerámica y vidriería artística en la Escuela de Artes e Industrias.Contrajo matrimonio con María Luisa Villalba, su discípula, y dedicó sus estudios a la elaboración de cerámica tradicional toledana.Colaboró con el arquitecto Antonio Palacios Ramilo en las obras del metro de Madrid en 1919.