[4][5] Los ritos religiosos en torno suyo —que incluyen peregrinaciones, danzas y ferias— son parte del patrimonio cultural de su país y del tipo sincrético entre tradiciones mesoamericanas, virreinales y contemporáneas.
[6] Existen diversos relatos en torno al origen de la imagen.
[4][6] Los frailes Sebastián Tolentino y Nicolás Perea habrían sacado de la cueva sagrada a Oztotéotl y lo habrían despedazado a los pies de la imagen de Cristo crucificado.
[8][7] Una vez purificados de esta manera o en las pilas y pozas alrededor del santuario, las personas que acuden a peregrinar se colocan una corona de flores para entrar al santuario del Señor de Chalma y deben realizar un baile.
Las peregrinaciones tienen lugar principalmente en trece fiestas a lo largo del año.