Sus principales ciudades eran la propia Ramla, y Lod.
Entonces, los habitantes musulmanes de Ramla decidieron abandonar su ciudad, ya que carecían de las defensas necesarias para resistir un asedio y los rumores de las atrocidades cometidas en los saqueos por los cruzados eran demasiado espeluznantes.
Junto a la mayor parte del reino, fue conquistada por Saladino en 1187.
Aunque legalmente diferente, en la práctica Ramla se fusionó con el señorío de Ibelín después de la Tercera Cruzada, formando a mediados del siglo XIII el señorío más importante del Condado de Jaffa y Ascalón.
En 1260, el sultán Baibars vuelve a recuperar finalmente la ciudad.