En los inicios del siglo XXI, surgen nuevos personajes anónimos llamados Script Kiddies (conocidos también por sus iniciales SK), quienes intentan causar daños y hacerse famosos sin tener claridad en los objetivos de su quehacer.
No obstante, muchos de ellos, se conformaron con causar perjuicios con sus conocimientos poco avanzados en informática.
Se destaca la definición que realiza en un informe la Carnegie Mellon University (CMU) en 2005, la cual definó que un scipt kiddie es "el más inmaduro pero a la vez por desgracia, el más peligroso explotador y provocador de fallos de seguridad en Internet.
Suelen tener intenciones maliciosas al igual que los lamers, pero a la vez cuentan con escaso conocimiento informático.
Como resultado, dejan rastros significativos que conducen a su detección, o atacan directamente a las empresas que ya cuentan con detección y contramedidas de seguridad, dejando activado el informe automático de fallos en ocasiones.
Aunque los ataques script kiddie podrían volverse cada vez más efectivos en el futuro, los investigadores han observado que otros modelos, como el modelo de lenguaje, también se pueden utilizar para mejorar la protección contra los ataques script kiddie mejorados.
La tecnología de redes anónima, como la proporcionada por el paquete del navegador TOR, da a los Script Kiddies una base poderosa.
Como una buena medida, muchos mercados oscuros requieren de invitación para que los usuarios puedan empezar a comprar el badware o aplicaciones maliciosas.