Scapigliatura

Los scapigliati estaban animados por un espíritu de rebeldía contra la cultura tradicional y el buen sentido burgués.

La Scapigliatura, que no fue nunca una escuela o un movimiento organizado con una poética común precisamente expresada en manifiestos y escritos teóricos, tuvo el mérito de hacer surgir por vez primera en Italia el conflicto entre artista y sociedad, típico del romanticismo extranjero: el proceso de modernización post-unitario había llevado a los intelectuales italianos, sobre todo a los de tendencia humanista, a los márgenes de la sociedad y fue de este modo que entre los scapigliatos se difundió un sentimiento de rebeldía y desprecio radical a las normas morales y las convenciones corrientes que tuvo como consecuencia el surgimiento del mito de la vida disipada e irregular (el llamado malditismo).

Hoffmann, Jean Paul, Heinrich Heine, pero sobre todo Charles Baudelaire.

El término scapigliatura-que literalmente podría traducirse por "desmelenamiento"- fue utilizado por primera vez por Cletto Arrighi (seudónimo anagramático de Carlo Righetti) en su novela La Scapigliatura e il 6 febbraio, de 1862, en cuya "introducción" define así el concepto: Otros importantes exponentes del movimiento scapigliato fueron, en el campo literario, Vittorio Imbriani, Giovanni Camerana, Iginio Ugo Tarchetti, Carlo Dossi, Ferdinando Fontana, los hermanos Arrigo y Camillo Boito y Emilio Praga; en el campo artístico el escultor Giuseppe Grandi y los pintores Tranquillo Cremona, Mosè Bianchi, Daniele Ranzoni; en el campo de la música académica Arrigo Boito (que fue un célebre compositor y libretista), Alfredo Catalani y Amilcare Ponchielli.

También Giacomo Puccini dio sus primeros pasos dentro del mundo de la Scapigliatura con dos libretos de Fontana, Le Villi y Edgar, y posteriormente componería la ópera La bohème.

Emilio Praga, Carlo Dossi y Luigi Conconi.
Paolo e Francesca (Mosè Bianchi, c. 1877. Galleria Civica d'Arte Moderna, Milán).