Sauna gay

[1]​ Las saunas para mujeres son poco comunes, aunque algunos recintos para hombres dedican ciertas noches al público lésbico.

Muchas saunas son accesibles mediante membresía, mientras que otros cobran una entrada en la que se restringe el acceso a menores de edad.

Diversas saunas gay desaconsejan o rechazan explícitamente la prostitución, prohibiendo el ingreso a los trabajadores sexuales conocidos, y otras se lucran cobrando un porcentaje al trabajador sexual.

Antes de la masificación de internet y la posterior aparición de sitios web para citas románticas y encuentros sexuales, donde además la tolerancia social hacia la homosexualidad era más restringida, las saunas jugaban un rol importante para la interacción efectiva entre gais, en especial para aquellos que se mantenían en el armario.

Los detractores a estos recintos argumentan en contra que son lugares donde se propagan con facilidad las infecciones de transmisión sexual, al fomentar el encuentro de sexo casual, no obstante, algunos locales trabajan en conjunto con organizaciones en la lucha contra el VIH/Sida, publicando propaganda alusiva al sexo seguro e incluso reparten preservativos al interior como medida para evitar posibles contagios.

Fachada de una sauna gay en Praga .