El Saturno C-3 fue uno de los cohetes inicialmente considerados (en 1960) para llevar a cabo el primer alunizaje tripulado del programa Apolo.
Fue pensado para poner en práctica el esquema de "cita en órbita terrestre", en el que se realizaban varios lanzamientos para montar en órbita baja terrestre las naves que luego viajarían hasta la Luna.
Estudio de 1961 en el que se proponía una tercera etapa propulsada por energía nuclear.
Después del desastre del transbordador espacial Challenger, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) y la Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio (NASA) realizaron un estudio conjunto del Sistema de Lanzamiento Avanzado (1987-1990).
Desarrollado durante las últimas etapas del programa Apolo, el F-1A fue probado, pero nunca voló.