Los seis imperios que se elevan desde este son del mismo noble metal adornado con zafiros.
Sobre el punto central de la diadema, alzándose sobre toda la obra, una cruz latina aporta la simbología religiosa a la materialización del fervor popular.
La ofrenda de albahaca es tradicional en esta peregrinación, si bien en tiempos más recientes, coloridas y variadas flores acompañan a la citada planta aromática tan común en esta región del sureste español.
En la actualidad, los actos religiosos comienzan con una novena a la virgen que tiene lugar con la anterioridad necesaria para ser terminada la víspera de la romería.
El Santuario forma parte del Patrimonio Histórico Español, y por tanto del Andaluz, desde 1992, diez años antes de que la propia romería fuese incluida como Fiesta de Interés Turístico Nacional, en 2002.