Santuario de la Virgen de la Cueva

La Virgen tiene grabada en el pecho una «V», que algunos interpretan como la inicial de «Villanueva» por repetición en otras tallas similares.

En la primera leyenda de la que se tiene conocimiento, el principal personaje es un noble portugués, prometido o esposo según las versiones de una dama asturiana, si bien la tradición no asegura nada.

La leyenda es la siguiente: En aquella época, vivía en la zona piloñesa el señor de Lodeña, hombre piadoso y valiente.

Reconoció enseguida en el anacoreta a su amigo, el noble y valiente guerrero portugués, que en otra época había visto pelear, a su lado, bajo las banderas del Rey de Castilla.

El noble portugués venía en las huestes de un conde que tenía su castillo en las proximidades de Zamora, donde había dejado a su hija, la enamorada del noble portugués, con la que se debía casar al finalizar aquella campaña.

La enseña condal no flameaba al aire, nadie salió a su encuentro y el castillo parecía como deshabitado.

Cuando enterraron a la bella dama, el caballero portugués salió solo, en su caballo hacia tierras de Castilla.

Numerosos personajes célebres han pasado por este santuario para rendir culto a la Virgen.

En el Santuario se celebra anualmente la ofrenda del «Festival de la Avellana» que tiene lugar en esta villa.

El Santuario tras el río La Marea
Capilla izquierda
Capilla izquierda de la Virgen y el Santísimo
Capilla derecha de San José
Campo de romeros y Santuario al fondo bajo la roca estratificada.
Placa conmemorativa de la visita de la reina Isabel II acompañada de san Antonio María Claret al santuario.