En Davalillo, donde hoy sólo queda un castillo y una ermita, empezaba a poblarse la villa que sería posteriormente San Asensio.
Por estas fechas consta ya la nueva denominación de "La Estrella", en recuerdo de la estrella que, según la tradición milagrosa, mostraba grabada la encina donde se había aparecido la Virgen.
La decadencia se apoderó del monasterio en el siglo XIX, época en la que cesaron las peregrinaciones.
Bajo la dirección técnica del arquitecto Pedro Ispizua se levantó un nuevo edificio, armonizado con las viejas estructuras que quedaban en pie.
En 1997 dicha escuela profesional se transformó en un Centro de Enseñanza Secundaria.
Estas dependencias se ubican, junto con los dormitorios monacales, en un edificio exento que en su momento tuvo funciones de bodega o cilla.
Se conservan varios elementos arquitectónicos del viejo monasterio: dos robustos lienzos de pared de sillería anexos a lo que hoy es la fachada principal; la Puerta de los Caballeros, que era la antigua puerta principal; las trazas del claustro interior ojival, reconstruido durante la refundación de mediados del siglo XX, y dependencias anexas; el sarcófago del arcediano, pieza gótica de la primera mitad del siglo XV y que hoy se encuentra en el cementerio; y la llamada Fuente Santa, o Fuente de Felipe II, elegante, aunque deteriorada, obra renacentista manierista del siglo XVI.
Al oeste se emplaza una sala cuadrada cubierta con bóvedas de terceletes.
El templo está decorado con artísticas vidrieras cuyo programa iconográfico incluye una narración alegórica del desarrollo histórico de La Estrella, con sus fechas más significativas.
En la planta baja del nuevo edificio la comunidad mantiene un Museo Lasaliano, que ofrece interesante documentación y diverso material concernientes al instituto religioso fundado por San Juan Bautista de La Salle en el siglo XVII.