[5] En 1949, José Álvarez González empezó a dirigir la parroquia (labor que concluiría en 1990), tomando la iniciativa de involucrar a los habitantes en la construcción del santuario, durante cuyo proceso ya se celebraban oficios religiosos.
Por su parte, el reloj del templo consiste en una esfera ubicada sobre un rosetón de piedra en el que se puede leer «ave virgo alba».
De las 46 vidrieras presentes en el templo, 26 fueron elaboradas por la Casa Maumejean, siendo las mismas instaladas en marzo de 1965, mientras que las 20 restantes, en las cuales predominan figuras geométricas, fueron facturadas por la firma viguesa La Belga.
[10] Respecto a la hornacina en la que se encuentra la imagen, cerrada con una doble puerta fundida en níquel, esta ostenta en el exterior los bustos de los papas Pío XII y Juan XXIII, estando decorado el interior con elementos realizados en oro y plata dejados como ofrenda por parte de peregrinos y devotos.
En lo relativo a los plementos, destacan en altorrelieve los símbolos marianos diseñados por Soria y ejecutados por José Pérez.