Santiago Escudero y Blasco (ca.
[1] Tras cursar Filosofía y Letras, en 1897 gana una plaza de oficial tercero en el Cuerpo de Archivos, Bibliotecas y Museos, con destino en la Biblioteca Nacional de España.
Sustituía a Ramón Menéndez Pidal, que dejaba la vacante de auxiliar temporero, lo que hoy se llama becario, y que se había ocupado de las crónicas reales manuscritas.
[3] Bajo la dirección del conde de Las Navas, Juan Gualberto López-Valdemoro y de Quesada, bibliotecario mayor, compartirá plantilla con Miguel Gómez del Campillo, Miguel Velasco y Aguirre y con Augusto Fernández de Avilés y García-Alcalá.
Hasta 1931 perteneció a la Real Biblioteca, debiendo dejarla ese verano al aplicarse la ley de la II República del 15 de junio que impedía que los funcionarios del Estado pertenecieran a la extinta Casa Real y Patrimonio.