[1] Bujanda fue otra población cuyos templo parroquial estaba vinculado a la abadía de Santa Pía, que contribuía con diezmos y sobre los que se nombraban beneficiarios.
Álava sufrió numerosas razias durante los siglos VIII y IX, y la de Abderramán II se cree se hizo por esta ruta,[2] hacia Guereñu.
[3] En la actualidad los habitantes de Guereñu todavía hacen rogativas a San Fausto Labrador, cuyos restos se guardan en la parroquia de Bujanda, que hasta el siglo XVII dependía de Santa Pía.
No debe ser mera coincidencia que en Cicujano, población aneja a Santa Pía, se celebren el 29 de agosto fiestas patronales en honor a San Juan Degollado, advocación que también lo fue de la parroquia de Bujanda hasta el siglo XX.
Actualmente sus tierras son conocidas con el topónimo de Santa Pía.