Durante el siglo XI, este espacio costero perteneció al antiguo reino mixteco de Tututepec.
En 1969, el gobierno mexicano decidió dar un fuerte impulso al turismo, en especial a los destinos de playa.
Las generaciones pasan, el tiempo no se detiene, pero las formas no cambian, los procesos perduran, la alegría se mantiene, los sabores se identifican; Huatulco es toda una forma de vida heredada, naves mercantes venidas del oriente, leyendas con un toque de misticismo, caminos antiguos por donde transitaban los ancestros que fundaron los pueblos, vestigios arqueológicos a la orilla del mar, bailes, sones y chilenas que con su ritmo y cadencia invitan a disfrutarlos.
Es por ello que con mucho orgullo dan a conocer sus costumbres y tradiciones en la máxima fiesta de los oaxaqueños “La Guelaguetza”.
Mostrando al turismo nacional e internacional, la algarabía que los caracteriza, agregándole un toque pícaro a su presentación, exhibiendo con sus trajes vistosos, la maravilla de su corazón.