[3] Forma parte del municipio de Santa Catarina.
Su población está formada por indígenas de la etnia pame.
La misión de Santa María Acapulco destacaba por su estilo particular y único.
Dicha misión estaba siendo restaurada por el INAH cuando el 1 de julio de 2007 un rayó la incendió destruyéndola casi en su totalidad,[4] solo sobreviviendo sus paredes exteriores y pudiéndose rescatar únicamente 14 esculturas y dos óleos.
Las mujeres de la comunidad se dedican a tejer la fibra de la palma, con los que realizan petates, colotes y chiquihuites, pero que generan apenas ingresos para la población,[8] por lo cual es considerada una de las comunidades más pobres del país.