Santa Faz de Alicante

En 1889, coincidiendo con el IV centenario, se abrió el relicario, comprobando el estado del lienzo que era aproximadamente de unos 70 cm².

Arriesgando su vida, Vicente Rocamora Onteniente acompañado por el alcalde pedáneo Antonio Ramos Alberola (Tonico Santamaría) entran en el camarín y tras romper el cristal sacan la Santa Faz escondiéndola en un capazo de la compra, ya que veían que en el saqueo y destrucción del Monasterio la reliquia corría serio peligro.

Tras pasar la noche en la casa del alcalde pedáneo, la reliquia es trasladada en tranvía o en vehículo municipal (según las versiones) a la Diputación Provincial donde es almacenada en la caja fuerte.

Una vez terminada la Guerra Civil, el Monasterio (que había sido usado como fábrica de aviones) es restaurado y se construye un nuevo altar, mucho más espectacular que el original, según los planos del arquitecto Juan Vidal Ramos y gracias a las donaciones de Manuel Prytz.

A la espera de estudios arqueológicos, se cree que podría existir una fosa común.

Fachada del monasterio de la Santa Faz , donde se venera la reliquia de la Santa Faz.
Detalle de un cuadro de la parroquia alicantina de Nuestra Señora de Gracia que muestra el relicario con la Santa Faz de Alicante