[1] Es muy poco utilizado, y su uso se limita a las armerías de las naciones angloparlantes.
En la heráldica occidental, los colores universalmente aceptados son siete: oro, plata, gules, azur, sable, sinople y púrpura.
[2] En la heráldica inglesa este color no se considera esmalte, metal ni forro, sino que se encuentra en una categoría aparte denominada «mancha» (stain), junto con otros dos colores: el leonado (tenné) y el morado (murrey).
Se recomienda, sin embargo, que el color empleado sea intenso y fiel a su naturaleza,[5] a riesgo de que pueda confundirse con otro color heráldico, como el gules o el morado.
Este es el método de representación que se ve comúnmente en grabados a una tinta.