San Miguel del Bagá

La localidad es un centro ganadero y agricultor, cercano al polo turístico de Santa Lucía.

En 1801 los piratas ingleses atacan el Bagá y San Miguel, destruyéndolo todo y quemándolo hasta sus cimientos, quedando solo en pie solo los muros renegridos de la Iglesia Colegiata consagrada al Arcángel San Miguel.

Tenía una posición clave en el mantenimiento del poderío español durante la colonia de Cuba, por lo que se construyeron en el lugar una serie de fortines y almacenes militares que constituyan la llamada Trocha del Este, una línea defensiva aún por estudiar en profundidad por historiadores cubanos y españoles.

Desgraciadamente la muralla fue derruida a principios del siglo XX y los vecinos usaron sus bloques para construir sus casas.

Leyendas urbanas dicen que las cenizas del Mayor General Ignacio Agramonte están enterradas en el lugar.