El relieve está definido por la transición entre la serranía y La Mancha Conquense, por lo que se caracteriza por zonas llanas con numerosas ondulaciones y cerros, con pendiente descendiente de norte a sur.
El río Marimota desciende de noroeste a sureste, creando un pequeño valle.
En un principio se llamó Parrilla, por surgir esta población en un lugar abundante de vides.
A finales del siglo XVI o principios del XVII se le añadió su primer apelativo, cuando se impuso la norma de que cada pueblo escogiese a un santo patrono.
Hacia mediados del siglo XIX, la villa tenía contabilizada una población de 2092 habitantes.