Catedral de Autun

La catedral se organiza en tres niveles: grandes arcadas, un triforio decorado con arcos ciegos y un claristorio que permite la entrada de luz.

Sus capiteles, también narrativos, adornan las columnas de la nave y el coro, mostrando escenas bíblicas con un estilo didáctico que buscaba instruir a los fieles analfabetos.

El crucero, claramente marcado, culmina en una cabecera tripartita que incluye una girola, permitiendo a los peregrinos circular alrededor del altar mayor sin interrumpir los oficios religiosos.

Esta disposición refleja influencias de otras grandes edificaciones románicas, como Cluny y Paray-le-Monial.

Está cubierta por una bóveda de cañón ligeramente apuntada, una característica avanzada para su época que ayuda a distribuir el peso hacia los muros laterales.

Las bóvedas están reforzadas con arcos fajones que segmentan la nave en tramos, proporcionando un ritmo visual y estructural claro.

Además, estas naves cuentan con capiteles esculpidos que representan escenas bíblicas y motivos ornamentales, muchos de los cuales fueron tallados por Gislebertus, contribuyendo a la dimensión educativa y espiritual del edificio La catedral es famosa por sus esculturas, obra del arquitecto Gislebertus, un escultor medieval de renombre.

Se encuentra en la fachada occidental y es una de las piezas más destacadas del arte románico.

Una veintena de capiteles se encuentran en la Sala Capitular y fueron sustituidos por copias en el siglo XIX.

Las columnas de las jambas del portal se rematan con tres capiteles y una ménsula a cada lado.

En el lado sur de la catedral, arriba, se encuentra la Sala Capitular del siglo XVI.

Los capiteles originales fueron retirados y se exhiben en el Museo Rolin, cerca de la catedral.

[2]​ Esta catedral Debido al paso del tiempo y a su complicada ubicación en Borgoña, ha sido víctima de diferentes daños que han provocado la necesidad de reformarla en numerosas ocasiones: En primera instancia la catedral fue construida originalmente a principios del siglo XII (1120), como una importante sede episcopal.

Las naves bajo bóvedas de arista se amplían simplemente con un ábside reconstruido en época gótica.

Durante el Renacimiento, la catedral experimentó una serie de reformas, especialmente en la decoración y la composición del estilo arquitectónico, introduciendo elementos renacentistas.

La influencia del Renacimiento trajo nuevos conceptos de proporción y detalle artístico que se reflejan en la decoración interna.

A mediados del siglo XIX, el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc llevó a cabo una gran e importante restauración del edificio, siguiendo el estilo gótico, ya que era alguien de relevancia en la restauración de monumentos históricos en Francia, en su trabajo restauró la fachada occidental y otros elementos artísticos y arquitectónicos como el techo y las vidrieras.

También reformó el interior, añadiendo elementos que no pertenecían a la época original de la catedral.