San Francisco abrazando a Cristo en la Cruz es un cuadro de Bartolomé Esteban Murillo, pintado al óleo sobre lienzo con unas dimensiones de 283 x 188 cm.Tales obras, realizadas alrededor de los años 1668 y 1669, debían exaltar los elementos distintivos de la espiritualidad franciscana.Por tanto es fácil pensar que fueron los hermanos valencianos, quienes además contribuyeron en la fundación del convento de Sevilla, los que sugirieron a Murillo la reproducción de ese motivo en su tela.Junto a la cruz, dos ángeles sujetan un libro abierto donde se puede leer en latín el pasaje del Evangelio de Lucas (14,33) que dice: "Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todas las cosas que posee no puede ser mi discípulo" De este modo, el globo sobre el que san Francisco apoya el pie, casi como empujándolo, simboliza el mundo terreno que rechaza y abandona para convertirse en discípulo de Jesús.La composición es de luz suave y colores cálidos combinando sin estridencias los pardos, azules y verdes con la palidez del cuerpo de Cristo.