Orientado al Sur se sitúa el pórtico con tres grandes arcos de medio punto apeados en pilares con impostas simples.
La portada tiene un arco de medio punto entre pilastras que sostienen un frontón triangular partido, con hornacinas en el centro y dos pirámides por acroteras.
En el Este del santuario se conservan sepulturas antropoides, orientadas hacia el levante y excavadas en roca viva.
[2] Este santo ermitaño, nacido en Cesarea de Capadocia (Turquía) fue martirizado, muriendo en la hoguera en el año 318.
Sus restos fueron llevados por una yegua hasta el punto donde hoy en día se encuentra la ermita.
Para ganarse el pan de cada día bajaban a los pueblos cercanos para pedir limosna provocando en muchas ocasiones reyertas con los vecinos.
Una vez al año debían hacer señales de humo para constatar que seguían vivos.
[1] Existe una confusión, ya que según la tradición hay otro San Formerio, nacido en Cesarea (Cerezo de Río Tirón), joven pastor martirizado en el siglo III en tiempos del emperador Aureliano.