San Bernardo de Vértiz fue una reducción de aborígenes tobas que funcionó entre 1780 y 1793 en la margen derecha del río Bermejo, en lo que luego sería la Provincia del Chaco en la República Argentina.
Siguió la misma suerte que la reducción de La Cangayé, fundada pocos días antes 15 leguas al sureste.
Matorras se comprometía a entregarles de ganado, semillas y herramientas.
Los sacerdotes Antonio Lapa y José Bernardo Sena fueron designados para presidir las dos reducciones a fundarse en los lugares elegidos por los indígenas.
[3] Los naturales llegaron por su propia cuenta, atraídos por la comida y vestimenta que ofrecían los religiosos.
El abandono del padre Cantillana por un traslado como deán a Córdoba en 1791, fue fatal para el destino de las dos reducciones.