En 1936, se convirtió en director musical en el Teatro Bolshói, de Moscú.
Fundó lo que se convirtió en la Orquesta Filarmónica de Moscú en 1951.
Estrenó varias obras importantes, entre ellas Lady Macbeth de Mtsensk, La nariz y la Sinfonía Leningrado de Dmitri Shostakóvich y Guerra y paz de Serguéi Prokófiev.
Shostakóvich «tenía una alta opinión» de las representaciones teatrales de Samosud y lo consideraba «el intérprete supremo» de las obras operísticas, incluida Lady Macbeth.
[1] No obstante, después de que Samosud estrenara la Sinfonía Leningrado, el compositor escribió que quería escuchar a Yevgueni Mravinski interpretar la sinfonía, ya que no «tenía mucha fe en Samosud como director sinfónico».