Salvador Rangel Mendoza

Desempeñó el ministerio sacerdotal principalmente en la Arquidiócesis de Morelia, donde estuvo destinado a las poblaciones de Acámbaro, Nuevo Chupícuaro y Morelia.Entre 1993 y 1997 estuvo destinado a la Custodia de Tierra Santa.Ha declarado que ha dialogado con los líderes del narcotráfico pidiendo protección para sacerdotes y religiosas de su diócesis,[1]​ manifestando que en alguna ocasión gracias a su intervención habría logrado salvar la vida de un sacerdote que habría sido «condenado a muerte» por el crimen organizado.[2]​ Al inicio del proceso electoral local y federal de 2018, el estado de Guerrero fue golpeado por el asesinato de varios aspirantes a puestos de elección popular; ante ello, el 2 de abril del mismo año, Salvador Rangel manifestó públicamente que los líderes del narcotráfico se habían comprometido con el a no interferir más en el proceso electoral y no causar la muerte de candidatos con dos condiciones:[3]​[4]​[5]​ Ante la ola de feminicidios que azotó el estado mexicano de Guerrero en octubre del 2018, Salvador Rangel Mendoza aseveró, sin pruebas, que las mujeres asesinadas eran prostitutas o tenían ligas con el crimen organizado.[7]​ El mismo día fue localizado con vida, ingresado en el Hospital General Dr.