[2] Al iniciarse la tercera guerra carlista, Carlos VII lo incorporó en su cuartel general con el cargo de primer aposentador, confiándole la redacción y posteriormente la dirección del periódico oficial de la causa, El Cuartel Real.
[5][6][7] A esta labor dedicó toda su vida, sin abandonar la esperanza en el triunfo del tradicionalismo.
Ya viejo fue llamado a dirigir El Correo Catalán en Barcelona, donde permaneció varios años.
Los redactores y colaboradores del diario, la mayoría jóvenes, escuchaban con interés los relatos de sus recuerdos.
Salvador Morales se trasladó entonces a Madrid, asumiendo la dirección del periódico,[1] defensor del tradicionalismo, que Morales definió de esta manera:[8] Sus artículos, firmados con el seudónimo Loresma, parecían escritos por un joven «por la valentía y el ingenio con que escribe», dirían algunos lectores.