Los tres atletas llevaban insignias del Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos, incluido Norman, que expresó su simpatía con los ideales de Smith y Carlos.
El sociólogo Harry Edwards, fundador del Proyecto, había incitado a los atletas negros a boicotear los Juegos Olímpicos; al parecer, estas acciones de Smith y Carlos se inspiraron en los argumentos de Edwards.
[2][5] Los dos estadounidenses tenían previsto portar los guantes negros en el evento, pero Carlos los olvidó en la Villa Olímpica.
[6] Cuando The Star-Spangled Banner sonó, Smith y Carlos bajaron la cabeza, cerraron los ojos y realizaron el saludo, un gesto que ocupó las portadas de todos los medios del mundo.
[7] Smith dijo: Avery Brundage, presidente del Comité Olímpico Internacional, lo consideró un gesto de política interna inadecuado para el apolítico foro internacional de los Juegos Olímpicos.
Brundage, que había sido presidente del Comité Olímpico Estadounidense en 1936, no hizo ninguna objeción en contra del saludo nazi durante los Juegos Olímpicos de Berlín.
Tanto Smith como Carlos elogiaron su carrera deportiva y fueron los portadores del féretro en su funeral.