Fue el descubridor del síndrome de hidrocefalia normotensiva, desarrollando además una válvula para su tratamiento.
[2] Aun siendo niño se mudó con su familia a Ibagué, donde su padre estableció la fábrica de zapatos 'El Buen Gusto'.
[1] En dicha ciudad ingresó a un colegio de hermanos maristas donde cursó música y secundaria.
Finalmente inició la incubación pero después de ir a dormir y regresar al día siguiente descubrió que la temperatura había subido a 100 °C por un fallo en el relé; los huevos se habían cocido.
Su tesis, que recibió mención honorífica en primera categoría, se tituló Sobre movimientos rítmicos en biología (estudio experimental),[5] con el siguiente objetivo investigativo:
La descubrió en Fernando Anaya,[7] un adolescente de 16 años que había sufrido un trauma craneoencefálico severo en un accidente automovilístico.
El paciente había presentado un hematoma subdural que había sido drenado pese a lo cual continuaba con alteración severa del estado de conciencia, esto es, semicomatoso pero sin signos clínicos de hipertensión endocraneana, por lo que le fue diagnosticado daño cerebral irreversible.
Ante estos hechos que presentaban como causante del cuadro clínico al LCR, el Hakim decidió colocar un drenaje de este que lo llevará desde los ventrículos cerebrales a la aurícula cardíaca derecha, tratamiento denominado derivación ventriculoatrial, con lo cual el paciente presentó una mejoría constante que le permitió regresar a sus estudio tres meses después.
Así pues, la investigación en el área se potencializó intentando establecer si la explicación dada al fenómeno por Hakim era válida,[4] causando gran impacto en la comunidad científica al ser la primera propuesta de una demencia tratable.
[2] La válvula definitiva inicial fue ideada y fabricada en su taller personal ubicado en la calle 93 de Bogotá[7] para lo cual tuvo que aprender metalurgia y de diversas herramientas, muchas en las cuales tuvo que improvisar.