Fue hija del abogado, también escritor Nicolás Ureña Mendoza y Gregoria Díaz de León, quienes, junto a su abuela y tías maternas, dieron a su hija sus primeras lecciones educativas.
En 1867 publicó sus primeras obras bajo el seudónimo de «Herminia», nombre que usó hasta 1874.
En años posteriores, incluyó en sus poesías temas autobiográficos, como se puede ver en Mi Pedro, dedicada a su hijo.
Tal vez su poema más cariñoso, en La llegada del invierno y un libro que se hizo muy popular llamado Esteban, en donde habla de su país, su familia, las plantas y flores.
Sus obras poéticas, cerca de sesenta composiciones, incluyen la épica y la lírica.