El libro es finalmente más una obra del pensador Sartre que sobre la vida de Genet.
En La Cérémonie des adieux (La ceremonia del Adiós), Simone de Beauvoir cuenta que debió arrebatarle a Sartre el manuscrito de "Saint Genet comédien et martyr" (San Genet, comediante y mártir), para que su compañero no lo arrojara al fuego.
En 1944 publicó en folio la obra teatral Haute Surveillance (Severa Vigilancia) y Journal du voleur (Diario de un ladrón), novela autobiográfica que trata de sus experiencias y crímenes cometidos años antes en París, una vez que fue expulsado del ejército, por ser visto cometiendo “actos ilícitos”.
En ella, Genest es un actor que se debate entre el espectáculo, la religión y la muerte, en una representación frente al emperador.
No era tan raro para la época o para Francia en el siglo XX, entre Proust, Genet y Sartre vemos la misma obsesión: lo quieren escribir todo, al igual que Honoré de Balzac y su Comedia Humana en el siglo XIX.
En esta biografía psicoanalítica y materialista, una definición sigue a otra, abriendo tópicos que son profundizados exhaustivamente.
Para Sartre, este libro es su tratado más extenso sobre el existencialismo (hasta ese año).
Eduardo Grüner, en el prólogo a la edición de Losada 2003, piensa que no todo en Saint Genet comédien et martyr es filosofía.
Durante ese silencio pudo alzar la voz para acusar al dúo Sartre-Cocteau de “haberlo transformado en una estatua”.
Finalmente el extenso trabajo de Sartre pasó a la categoría de grandes obras del pensamiento contemporáneo; hecho esto poco y nada se dijo del libro, en comparación con sus otras obras.