Un día, entristecido porque nadie lo había contratado para amenizar sus fiestas se puso a tocar en la orilla del lago Ilmen.Los mercaderes se rieron pero aceptaron la apuesta, pero Sadkó la ganó cuando el zar del mar le entregó los peces.Los mercaderes tuvieron que pagar la apuesta y Sadkó se convirtió en un rico mercader.Con la riqueza Sadkó también se convirtió en un hombre orgulloso e intentó controlar todo el comercio de Nóvgorod, pero al no conseguirlo rompió la promesa que le había hecho al zar del mar y no acudió a tocar el gusli a su corte.Cuando el zar del mar bailó comenzaron a producirse tormentas, y muchos barcos de Nóvgorod se hundieron.Sadkó puede ser considerado una encarnación metafórica del príncipe Yaroslav I el Sabio.
Sadkó en el Reino Subacuático
, pintura de
Iliá Repin
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