En esta estuvo colgada la pintura Adán y Eva en el paraíso de Tiziano desde finales del siglo XVI.
[1] Por otro lado, hasta 1639 las reliquias se encontraban albergadas en el altar de la capilla del Alcázar,[2] así como en una capilla anexa al guardajoyas situado en la crujía oeste de la planta baja.
[3] En ese año, con motivo de la instalación permanente del Santísimo Sacramento a la capilla del Alcázar, se transformaría la parte inferior de la capilla, hasta entonces destinada a sacristía, para que permitiera albergar las reliquias.
La transformación consistió en enriquecer las paredes con mármoles de colores y pintar las bóvedas.
También se fabricaron tres retablos según diseño de Carbonel.
Contaba con una decoración al temple en la bóveda pintada por Jusepe Leonardo y Félix Castelo.
La bóveda, pintada al temple por Jusepe Leonardo, tenía como motivo una gloria con el Cordero Místico rodeado por ángeles.