Sacer
Sacer (femenino sacra) es un término latino que, en la religión de la Antigua Roma, significa restringido, sagrado o dedicado a una divinidad.[2] A través de esta asociación con la pureza ritual, sacer podía significar "sagrado, intocable, inviolable".Una cosa o persona podía hacerse sacer (consagrada) o podía revertirse de sacer a profanum (desacralizada), sólo a través de ritos legales (resecratio) realizados por un pontífice, en nombre del Estado.Una persona podía ser declarada sacer si dañaba o perjudicaba a un tribuno de la plebe, no podía atestiguar algo legalmente,[7] no cumplía sus obligaciones con sus clientes o ilícitamente, movía los mojones de los campos.[8] Ejecutar a un homo sacer no era una tarea religiosa (fas), podía ser matado con impunidad.