[2] Varrón y Verrio Flaco describen los sacelios de manera que, en un principio, parecen contradictorios.
El sacelio, para Jörg Rüpke, sería menos complejo y elaborado que un templo.
[5] Su significado puede solaparse con la de sagrario (en latín sacrarium), lugar donde son almacenados o depositados los objetos sagrados (sacra) para su custodia.
Tanto el sacelio, en su vertiente de capillita u oratorio, como el sagrario pasaron a ser utilizados por el mundo cristiano.
En el juicio, se alegó que el acusado, Apio Claudio Pulcro, un censor de la época, no había cumplido con la obligación de mantener el acceso público a un sacelio situado en sus propiedades.