El movimiento del tubo permite interpretar toda la escala cromática, por lo que en su época fue considerado el instrumento de boquilla más perfeccionado y completo.
El instrumento evolucionó en lo que hoy conocemos como trombón, pero se le suele describir con un sonido más suave.
Los bajos, debido a su longitud, tienen una manija en la barra fija, que se usa para permitir la posición más abierta.
Algunos conjuntos comenzaron a usar posiciones en la y en mi para interpretar obras medievales con mayor precisión, en lugar de transponerlas medio tono hacia arriba.
Su flexibilidad dinámica le permite un estilo vocal de interpretación y facilita la articulación más efectiva del fraseo.
Johann Sebastian Bach compuso su Cantata n.º 4 «Christ lag in Todes Banden» (1707) con corneta, sacabuches, cuerdas y bajo continuo.
Varios grupos especializados en la música del período hacen uso frecuente del sacabuche, incluyendo Concerto Palatino, La Fenice, Piffaro, The Renaissance Band, Ensemble La Danserye, Gabrieli Consort & Players, His Majesty's Sackbuts and Cornetts, Oniria y The Whole Noyse.