El río recibió su nombre desde 1590, cuando pasó por aquí el explorador Gaspar Castaño de Sosa en su viaje rumbo a Nuevo México.
[10] Se encuentra a una altura media de 342 m s. n. m.[11] El clima predominante en Sabinas es el semiárido semicálido.
[cita requerida] Muchos autores han descrito la belleza del río Sabinas, antiguamente (y modestamente ahora) lleno de sabinos, árboles gigantescos, álamos, sauces, fresnos, parras silvestres, una gran población de nogales.
En su vegetación desértica fuera de la cuenca del río cuenta con especies como huizache, mezquite, nopal, lechuguilla, palma, y cenizo.En cuanto a fauna, encontramos coyote, romeo, ardilla, tejón, armadillo, jabalí, venado, gato montés, conejo y víbora de cascabel.
La riqueza natural principal del municipio se representa por sus abundantes yacimientos de carbón, junto con otros minerales como son la fluorita, celestita y el estroncio, además de poseer gas natural, aunque este último no ha podido ser explotado.
El ecoturismo es una actividad que va ganando importancia y se puede desarrollar a lo largo del río Sabinas.
Asimismo, la ciudad cuenta con la infraestructura necesaria para proveer servicios de hospedaje y alimentación a sus visitantes.
En 1992, siendo el gobernador del Estado Eliseo Mendoza Berrueto y el presidente municipal David Yutani, cuando Sabinas celebraba 50 años de haberse convertido en ciudad.
Ese año solo ocho sabinenses emprendieron el recorrido de 320 km a caballo, Regulo Zapata, Jacinto Rodríguez, José Luis Vázquez, Donato Arizpe Cepeda, Gustavo Martínez, Pablo Medina Reyna, Emanuel Gentilione “el italiano”, Jorge Guajardo y Justino Madrid.
En la segunda cabalgata, perfeccionaron muchísimo sus técnicas y extremaron precauciones pues ya conocían el camino, y establecieron un reglamento que tenía como prioridad llevar a todos los caballos herrados, pues son su principal herramienta en esta experiencia.